La profesión de Director de Proyectos es la más extraña que conozco. En general, el proceso que se sigue en otras profesiones es un camino en forma de escalera. Te vas formando, adquieres unos conocimientos, te vas formando,

empiezas con ejemplos en proyectos simulados, te vas formando, comienzas a poner en práctica tus habilidades, te vas formando, vas adquiriendo mayores responsabilidades, te vas formando...

 

mentoring1

Desde nuestros primeros años de vida podemos demostrar habilidades de liderazgo. Si observamos con detenimiento cómo actúan los niños en el colegio podemos fácilmente apreciar cómo, sin saber muy bien por qué, algunos toman el rol de líder del grupo. Nadie les ha explicado nada de gestión de proyectos, ni técnicas, ni procesos, pero todo el grupo los reconoce como tales.

Afortunadamente la carrera de los Directores de Proyecto no empieza ni termina en una época tan inicial de nuestra vida, pero sí que tiene ciertos paralelismos con nuestra carrera profesional.

Veamos el ejemplo de los requisitos exigidos para lograr la certificación PMP. Además de las 35 horas de formación sobre gestión de proyectos, exigen 4.500 ó 7.500 horas liderando o dirigiendo proyectos (dependiendo del tipo de estudios). Es decir, que solo cuando llevas al menos tres años trabajando con jefe de proyecto puedes optar a presentarte a la certificación PMP.

Muchos de nosotros hemos seguido este extraño camino para llegar a ser PMP. No hemos seguido un camino en forma de escalera, hemos ido dando saltos al vacío.

 

mentoring2

Al ofrecernos la responsabilidad de liderar nuestros primeros proyectos, hemos ido poniendo en práctica toda la experiencia adquirida, hemos repetido las cosas que hemos visto de nuestros mayores, hemos intentado cambiar las cosas que no nos gustaban o que creíamos que podían funcionar mejor de otra manera.

Todos los pasos los hemos realizado de forma autodidacta, en función de las lecciones que nos ha dado la vida y de lo bien o mal que nos haya ido en la caída de nuestro salto.

Y, ¿cómo podemos ayudarnos entre nosotros para mejorar este proceso de aprendizaje? La respuesta la encontramos en el Programa de Mentoring.

Los orígenes de esta práctica se pierden en la antigüedad. En La Odisea, de Homero, al partir el héroe para Troya encomienda a Méntor la educación de su hijo Telémaco. Aunque el mentor real en la historia es un anciano algo ineficaz, la diosa Atenea se enfrenta a su apariencia con el fin de guiar al joven Telémaco en su tiempo de dificultad. Méntor tuvo que ejercer de padre, maestro, modelo, consejero asequible y fiable inspirador y estimulador de retos, de modo que Telémaco se convirtiera en un rey sabio, bueno y prudente.

El Capítulo Madrid del PMI ha lanzado el servicio de Mentoring para que los socios con menos experiencia en Dirección de Proyectos puedan tener guía y consejo de directores con amplia y probada experiencia. Y que los socios con más experiencia aprendan de las dudas e inquietudes que se les plantean a los más noveles.

Ya se han lanzado en los programas piloto varias parejas, tenemos todo preparado para que más personas se lancen a la aventura, pero esta vez con saltos más controlados.

Tenemos los procesos identificados, documentados, hemos puesto en práctica nuestras lecciones aprendidas y estamos listos para ponerlo en marcha. Solo nos faltan participantes del programa. Puedes contactar con nosotros a través de la cuenta de correo: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. 

Os estamos esperando.

equipomentoring